Susurro en el oído.

lunes, 27 de mayo de 2013

(Des)Ilusión.

Joder, parecía ayer cuando un día cualquiera que tú protagonizabas llovía. Habíamos quedado y estaba diluviando. Y cuando te vi, ya empezabas a señalarme el reloj porque llegaba tarde. Ya te estabas quejando y eras tú siempre él que tenía por costumbre hacerme esperar.Decidimos meternos tan solo en un paraguas tal vez porque no aguantábamos la idea de ir a mas de 3 centímetros separados pero tú no me tapabas y yo me estaba mojando.  Mis quejas alertaban a toda la población mirándome mal y tú me mandabas callar. Yo no aguantaba eso por lo que cogí mi paraguas y salí corriendo. Y tú detrás mía, no esperabas eso para nada. Cuando por fin me alcanzaste me empezaste a besar con fuerza, con ganas, agarrándome fuertemente para que no me fuera y fíjate que parecía de verdad y todo. Llegamos a Sol y entramos en Fnac. Joder nos recorrimos todo ese maldito edificio supliendo que cuando termináramos de verlo no lloviera. Fuimos de planta en planta.
Primero libros. Todo el mundo en silencio y nosotros como era de esperar dando el cante. Tu me besabas y yo me revolvía entre tus brazos para que me soltaras y cuando lo ibas a hacer te mordía el labio con ganas con fuerza. Joder quería que quitarás todo ese puto silencio que había aunque solo se nos escuchara a nosotros.
Segunda planta. Música. Joder que diferencia de una planta a otra. Aquí ya no eramos tú y yo los que resaltábamos entre tanto silencio. Tú como cualquier niño pijo prometías volver mañana a por un disco.
Tercera planta. Joder ya decía yo que esto no es de ayer y es de hace unos meses. No tengo ni idea de que hay en la tercera planta ni que hicimos, a saber que tontería se nos ocurriría.


Joder Madrid, tan bonita por fuera y tan podrida por dentro de tantos recuerdos, porque ya no quedan ilusiones.
 Joder que amarga decepción creerte olvidado y sentir las ganas de tirarme con las brazos abiertos a tu espalda de las ganas que tengo de abrazarla.

No había nadie que los parara y ni siquiera ellos querían parar.

"Un día cualquiera en un lugar fuera de lo normal de Madrid, un chico intentaba encender un cigarrillo. Esperaba a sus amigo, pero de repente, una chica que iba corriendo por esa misma calle se chocó con él y esta cayó al suelo. La chica comenzó a mirar con malas caras al chico que la había tirado, quién era él para ni siquiera pedirla perdón, pero al final este se dio la vuelta y la ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Esta la rechazó con despreció y recogiendo sus cosas comenzó a andar. Pero no podía. ¿Se había trabado con algo? No. El chico agarraba la mano de la chica puesto que no quería que se fuera. Ella empezó a chillarle. Comenzaron a ser el centro de atención, pues todo el mundo se había dado la vuelta para mirarles  hasta que de repente él la besó.Salieron corriendo cogidos de la mano para llegar a la casa de este. Recorrieron las Gran Vía de abajo a arriba, pasaron por Cibeles, incluso recorrieron calzadas sin semáforos y sin mirar atrás. Las viejecitas criticaban esa actuación tan liberal hasta que de repente se encontraron con los amigos de este. Ellos se quedaron mirándoles sorprendidos. La pareja paró y esté les dijo que no le esperaran, que les llamaría. Retornó sus manos así como las calles que recorrían y la cintura por la que se perdía hasta que llegaron a su casa. Estaban sudando y ella le pidió permiso para meterse a la ducha; este acepto. Tres minutos más tardes de que esta entrara en la ducha, él entraba en su cuarto de baño y comenzó a desnudarse. Abrió la mampara y ella comenzó a gritar. Pero como osaba un desconocido a espiarla en la ducha. Comenzó a pegarle pero su dulzura le ganó el pulso a la vergüenza, al dolor, al rencor. Comenzaron a besarse mientras el agua corría por su piel. La cogió en sus brazos mientras que sus piernas se enredaban por su cintura. Los dedos de este comenzaron a penetrarla sin miedo a nada. Sus respiraciones eran agitadas y fuertes. Se apoyaron contra la pared y es ahí cuando los dedos dejaron de tocarla y comenzó a penetrarla de verdad. Ella sentía miedo. Literalmente se estaba follando a un desconocido. Pero tenía ganas, estaba disfrutando; la verdad sentía curiosidad por ese chico tan diferente pero tan igual a los demás. Ella gemía y él se mordía el labio mientras ella le agarraba fuertemente el pelo. Fueron a su cama y siguieron haciéndolo no había nadie que los parara y ni siquiera ellos querían parar."
Mientras lo cantaba, ella derramaba lágrimas desconsoladamente pero ninguna de sus amigas era capa de abrazarla porque sabían como era. Arisca, fría y que por mucho que quisiera un abrazo podría rechazarlo por eso la siguieron escuchando. 
"Ella siguió quedando con este chico tan enigmático; ese chico desconocido que cada vez conocía más, que cada vez era más cómplice y creador de todas y cada una de las sonrisas en las que ella estallaba. Pero de un día para otro el desapareció. La dejó ahí sin nada y a la vez con tantos recuerdos que borrar.
Hace una semana recibió una llamada. Era él. La había pedido por favor que se volviera a ver. El la necesitaba o eso decía. Ella le seguía queriendo o tal vez eso creía y por eso ella aceptó.  Al verle, sus ojos brillaron tal vez de alegría o también puede que fueran lágrimas acumuladas que necesitaba derramar. Le abrazó con ganas. Joder, le echaba de menos. Como podía haberle dado alguien tanto en tan poco tiempo. Él la explicó lo sucedido y la pidió perdón. Al parecer su madre había enfermado por eso tantas prisas y tan pocas despedidas.  Pero al día siguiente recibió una llamadas de una desconocida que le pedía cita para poder hablar con ella. Esa persona necesitaba verla y decía que era importante que todo lo que tenía que contarle le convenía saberlo. Aceptó. Se encontró con una mujer alta, morena, delgada y bastante guapa. Del bolso de esta sacó un sobre del que sacó unas fotos y se las mostró. joder era su novio acostándose con otra mujer y..esa mujer era la chica que tenía enfrente. Impotencia, rabia, dolor. Al ver al chico que tanto la había mentido solo le dijo:
Eres un cabrón, joder. Confió en ti, te doy otra oportunidad tan solo porque te quiero porque nunca te has merecido otra oportunidad ¿te queda claro?He pensado demasiado en ti durante todo este tiempo y es la hora de que te sea sincera porque sé que esto duele, porque se que ya no estoy contigo porque ahora estoy contra ti; porque esto ahora te lo mereces. Lo siento, tal vez espera de mí un ¡que te vaya bien! pero siento ser tan egoísta espero que una tía sea tan cabrona contigo como tú conmigo.Y ahora saca las lágrimas de cocodrilo que se que se te dan bien.


Él cambió a su reina por una puta y
ahora lo único que encuentra es desorden entre miles de cinturas
mientras antes encontraba el camino tan solo por unas curvas.




miércoles, 22 de mayo de 2013

C´est fini.

Ella le había dado tantas oportunidades como veces había fracasado en ello, había perdonado lo imperdonable, había escuchado hacerle el amor a sus oídos y aún odiándolo lo aguantaba; todo por amor. Ella le había querido pero él la había traicionado, la estaba humillando. Venía a ella cuando lo necesitaba tan solo por interés, porque no tenía nadie, pero de lo que no se daba cuenta es que ella le quiso cuando nadie le quería. Y no lo valoró. Ella pasó página. No aguantaba ni una humillación más. ¿Cómo era posible? Se había prometido no volver a fallar, no volver a confiar; pero cuando se trata de amor verdadero ya nos da igual que todo esté en nuestra contra que nosotros siempre lo veremos a nuestro lado; a nuestro favor. Él no lo comprendió. No comprendió esa despedida tan rara donde ella quedaba con él una tarde. Una tarde de despedida que ella sabía pero que él no esperaba; tal vez estaba demasiado confiado. Ella le besaba muy fuerte  quería recordar por siempre como era el sabor de sus besos y la forma de sus labios.Le agarraba rápido de las manos y las tensaba contra las suyas, quería seguir como el roce de sus manos, el tacto de su piel que ya no iba a poder tocar otra vez. Cada vez que le miraba a los ojos, los de esta brillaban por tantas lágrimas acumuladas por no quererle decir adiós pero si ser lo mejor. "A veces no es lo que sentimos por lo que nos tenemos que dejar llevar, sino por lo correcto." Esa fue la frase que recordó durante toda esa tarde porque quería hacerlo.
Su madre la había dicho:
Mi vida, sé que le quieres, que te costará muchísimo olvidarle. Pero, ¿mírate? Has adelgazado muchísimo porque ese chico te está infravalorando. Probablemente no me entiendes, pero tú no te mereces eso por mucho que le quieras. Él no te quiere, te está utilizando y cuando encuentra a otra te abandona, se la folla y vuelve contigo. Pensemoslo por el lado positivo no te quiere poner los cuernos pero eso no es de un caballero, cariño.-acariciándola el pelo a la hija se le cayeron las lágrimas- Pero no llores por favor. He aguantado demasiadas lágrimas por ese hombre y como madre las aguanto ya no solo por eso sino porque te quiero princesa, y no tendrás un cuento, ni un castillo ni nada parecido pero créeme ese no es tu caballero, el que cada noche te tapará en la cama porque te hayas desarropado. No hija, no. Lo siento. Siento decirte esto, de esta manera y con estas palabras tan sumamente frías pero necesito que te des cuenta de que es lo que no te conviene, porque yo si que te quiero y nunca te voy a dejar sola, eso entiéndelo.

Diez minutos antes de que cada uno escogiera el camino para ir a sus respectivas casas, ella le dijo:
Escucha, no quiero que hables, solo escúchame. Me lo debes por todas la veces que no lo has hecho, por todas las veces que te he pedido un cambio y nunca ha llegado, por este cuerpo tan sumamente delgado. Me lo debes por quererte y tu no sentir ni la mitad de lo que siento yo. Estoy harta de mentiras, de que estés siempre colgando de la cuerda floja y yo como una gilipollas te salve. Se acabó, lo siento. Has tenido suficientes oportunidades, esto ha llegado a su fin. Tranquilo te dejo el camino libre para que hagas lo que te de la gana con quien te plazca. Espero que disfrutes. Te quise. Adiós.

Ella se levantó del banco en el que estaban sentados y empezó a caminar. Al escuchar un ruido a su espalda se dio la vuelta y al ver que era él con lágrimas en la cara  con ganas de abrazarla le dijo:
No llores. Esto no te duele ni la mitad que a mí. Y no me abraces. Ya no quiero formar parte de algo que tenga que ver contigo. Sé que vas a ser feliz, que lo vas a conseguir. No niego que no me hicieras feliz pero esta maldita relación me consume poco a poco y tú consumas con otras. Adiós.

Ella salió corriendo. Sería la última vez que la veía para siempre.


Cada vez que lloviera se acordaría de él
por el hecho de que la dejó sin lágrimas. 

No necesito palabras si tus ojos me piden guerra.



Pedazos de corazón rotos entre cristales de botellas de noches de fiesta que desgastan los tacones y aquellos labios pintados de rojo pasión cansados de probar tantas idas y venidas, de ir en boca de unos a boca de otros, por experimentar o tal vez por querer encontrar el amor. Pero, el amor no se encuentra en cuatro copas de tequilas que aniquilen tus garganta y unos torsos fornidos y brillantes que hagan que se te caiga la baba. Que el amor conlleva mucho más que eso cariño y tú eso todavía no los has entendido. 
Tranquilo no me considero experta en el amor sino estudiante de primaria que a veces no entiende demasiado las cosas y por eso haga tantas preguntas tontas.


La mejor victoria 
será decir 'no'a tiempo.

Ya no contigo; ya no contra ti.

Por hoy,no encuentro amor ni en el alcohol.
Tú marchitas las flores de tantas mentiras 
que salen de tu boca, 
arrasas con fuego todo aquello a lo que miras,
por un orgullo más grande que el amor propio.
Ya no buscas lo bueno de las cosas,
te quedas con lo negativo porque sigues guardando
el rencor que la tienes a ella por el daño que te hizo.
Dabas ese dolor a cualquiera, 
no te importaba que consecuencias pudiera tener,
pero que todo lo cabrón que fuiste
ahora te pasa factura con el desamor que ella te ofrece.
Pero claro, es inevitable vivir sin secuelas y sin miedo a errar.
Es imposible.
¿Podrías vivir sin miedo a fallar?
¿Podrías esperar algo de alguien?
¿Podrías confiar tu vida en las manos de alguien
que cuando te mira a los ojos y te dice te quiero
 no sabes si te miente?
Y seguimos hacia delante, hemos cambiado
los hechos por palabras.
Dime dónde los guardas porque era lo único 
que marcaba la diferencia.
Deja de mentir(te) que esto no va contra ti;
va contigo.
Hablas de un amor de tu vida y ni siquiera lo has experimentado.
Ahora que ya no está es cuando parece que se te va la vida en ello;
y no es así.
Cada mentira que sale de tu boca está encadena
con cerraduras frágiles para aquellas personas
 que ya no son capaces de confiar en nadie.


No necesitaré un espejo para verme 
si tengo tus ojos para reflejarme.

lunes, 20 de mayo de 2013

Ya no te espero; hemos roto la costumbre.

Ya no contra ti, ya no por ti. Ahora por mí. He dejado de quererte haciendo paso a nuevas sensaciones que requieren ilusiones y derrotas tan devastadoras como la tuya. Por dentro en ruinas como Roma y por fuera cual piedra de mechero que se opone a que enciendas un maldito cigarro. He vivido por y para ti pero ahora dejo que otras sepan quererte, tal vez porque yo no supe o porque tu nunca me viste con otros ojos y mentiste. Tranquilo que en esta parte no nos quito culpa a ninguno de los dos. Ambos cometimos un error. Yo darte una segunda oportunidad y creerte y tú venderme la moto y no recordarme que se necesitaba un casco para que cuando cayeses, todo doliera menos o incluso te libraras de la muerte. Pero no, no muero por ti y tampoco para ti. ¿Necesidad? Ya nunca. ¿Rencor? No te miento. Hasta hace unos días en los que me di cuenta de que ya no te quería, que mis sentimientos hacia ti son nulos. Buena suerte en tu viaje, nuestros caminos se separaron. Y ayer no era feliz por ello pero hoy no hay nadie que me cambie y que me diga que la opción correcta era la elegida.



Olvidé ponerle frenos a este corazón con prisas
y hoy por hoy sigue embalado por sustitución.


Versos para ti entre costuras de piano.

Hoy por hoy decido pensarte, echarte de menos o encapricharme con tu recuerdo. 
Ya no te recuerdo, ya no con las mismas ganas. A no perdona, que ahora te estoy recordando mientras escribo  en estas líneas con las manos ásperas de ya no tocarte, con la mirada perdida de no encontrar tus ojos. Y es que, hoy por hoy, ya no recuerdo tu voz, tal vez aguda o grave pero quién sabe. Quién sabe si volveré a verte si volveré a morder tus labios con las ganas de no soltarte nunca. Quién sabe si algún día rozaré la piel de otro sin tener miedo a que me diga te quiero. 
Ya no lo espero, ya no de ti; pero es cierto que últimamente a quién espero es a ti o a las ganas de tenerte y no por capricho sino por necesidad.
Ayer no me lo preguntaba pero hoy me he cuestionado porque sin ti y cuando encontré el motivo de no tenerte me entro el miedo y di pasos de tigre buscando presa pero hacia atrás.
Parece absurdo recordarte de una manera tan influyente en un presente tan ausente.
Hoy sí, mañana no, y pasado ya veremos.


Que por rozar tu piel muero 
pero por perderme entre sollozos recapacito y vuelvo.

jueves, 9 de mayo de 2013

"Quién sabe lo que me depare el futuro" es lo primero que dijo después de esa ruptura. Prometió no creer en el amor, dijo que ya no era para ella, que ya no lo necesitaba. De lo que ella no se dio cuenta es de que hablaba con el rencor de una ruptura, con el dolor de esta.
Echamos las culpas al amor cuando tal vez los que  fallamos somos nosotros, es una teoría. Supongo que en el amor como en la guerra todo vale ¿no? Somos seres humanos y como tales no somos perfectos, ya que por defecto o virtud queremos. No intentes cambiarlo, no intentes cambiar, no intentes cambiar la naturaleza humana. Necesitamos cariño, a veces espontánea, duradera o tal vez pasajera, pero recuerda que a veces nos da por vivir de ello y mira que nos advierten que de ilusiones no se vive. Pero me pregunto, ¿acaso la ilusión de un niño se puede comprar? Dime, dímelo. Ya no me cruzo con gente con una sonrisa en la que guarde la ilusión de un niño pequeño, me pregunto por qué. Tal vez por qué estamos demasiados ocupados pensando en que nos depara el futuro, con preocupaciones; ya no nos da tiempo a disfrutar.


Recuerda que el tiempo no se pierde con personas a las que quisiste,
sino con preocupaciones que se pasan la vida quitándonos el tiempo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Por ti, por mí, por diciembre.

"Perdón por el retraso", fueron las primeras palabras que ella pronunció. Él esperaba que llegara tarde porque lo tenía cogido por costumbre. Hacía seis meses que no se veían de esta manera. Ya no eran novios, ya no formaban juntos la primera persona del plural, cada uno habían seguido con sus vidas después de hacerse tanto daño y ahora volvían a verse y no precisamente para hablar o eso creían. Ella le saludó, le dio dos besos tal vez porque no sabía que hacer y, él se quedo parado, anonado, no sabía que hacer pero cuando ella se apartó, este la acercó hacia él y la empezó a besar, la tenía ganas; hacía tiempo que no besaba a una chica con tantas ganas, la seguía queriendo.
Últimamente no le había dado tiempo a sentir al amor, todo lo que hacía, lo hacía con prisas, no quería recordarla pero era inevitable. Polvos esporádicos en alguna que otra fiesta y chicas a las que las prometía amor eterno sabiendo que a la única a la que podría seguir queriendo en ese momento era a ella, la dueña de sus recuerdos, la dueña de su memoria, su dueña. Nunca había experimentado eso, esa sensación de que entre alguien en tu vida y te cambie tus pilares de sitio tal vez no para hacerte daño pero para saber donde están situados tus puntos débiles.
Ella. Ella se había quedado parada por un tiempo en el beso que la estaba dando. No sabía si sentía algo o donde podría llegar todo esto. En su momento, ella dio todo por él, pudiendo perder todo, ella apostaba fuerte, le quería pero, ¿le seguía queriendo? No sabía ni por qué estaba allí, ni por qué estaba sucediendo todo eso, no lo entendía; ya no tenía las ideas claras. Al contrario que él, ella si que había vuelto a querer a otra persona. No de la misma manera porque era imposible, eran dos personas totalmente opuestas. Supongo que esta vez debería llegar hasta el final y a la mañana siguiente decidir que era lo que tenía que hacer, lo que no sabía era que la decisión llegaría antes de tiempo.
Fueron a la casa del chico y ella vio todas sus cosas metidas dentro de una caja. La dijo que se lo llevara si esto no iba a seguir para delante, que él no podía seguir viendo sus fotos en aquel álbum, que no podía ver tantos recuerdos en una casa que le estaba comiendo poco a poco. Más a lo lejos, ella vio que en el balcón había un cartel que ponía "se vende". Ella con intriga le pregunto que a dónde se iba y por qué. Él la dijo:

"Ya no puedo más, no puedo aguantar ni un minuto más el olor que hay en mi casa de ti, ¿lo hueles? Es tu perfume, ese que siempre te echabas cada vez que te ibas a ir a tu casa después de pasar una de nuestras noches sin que tu madre lo supiera y yo te decía que no, que luego olía toda la casa a ti. Tú me sonreías y me decías "mejor así te puedes acordar un poquito más de mí, que te hace falta". Lo que no tenías ni idea es que cada noche escribía un poema para ti, versos tan perfectos como la curva que se te forma en la cara. Que tengo 150 poemas dedicados a nuestra historia que se resume a los cinco meses que estuvimos juntos. Todos hablan de lo guapa que siempre estabas y de lo mucho que te quería pero nunca te lo decía. Ese fue mi fallo, quererte y no expresarlo.Y ahora pago impuestos por no quererte; el recordarte todos los días. No voy a mentirte no he rehecho mi vida pero tampoco he estado a pan y agua. Pero me he dado cuenta que no soy nadie sin ti, por lo menos de momento. Que entiendo que en este tiempo tu hayas rehecho tu vida, es normal tu ya no me quieres y no quiero que tú me eches un polvo mientras yo te hago el amor. No le falles, sigue con él. Siempre estaré para lo que necesites pero sé feliz ya que yo un día te hice demasiado daño y ahora pago por ello. Por mí no te preocupes estaré bien, reharé mi vida no sé en cuanto tiempo, dos meses, tres meses, un año o a lo mejor cinco pero estate tranquila y sigue hacia delante. Ahora que ya me he sincerizado puedes coger tus cosas e irte, no tienes porque estar aquí."




Ella le miró a los ojos le agarró de la mano y le dijo:

"Puedo haber rehecho mi vida
 pero si esta es la única vida 
que por ahora voy a vivir,
 quiero compartirla contigo".

Si tengo un sueño me lo como entero.

Hoy me he levantado con ganas de comerme el mundo, con ganas de sonreír a todo el mundo y de llamarle mi amor al primero que no me haga daño. Que hoy he vuelto a tener las ganas y las fuerzas que necesitaba para que mis ojos brillen porque ya no te necesito (no lo tomes mucho en cuenta que en mis malos días te volveré a echar de menos.)
Hoy he decidido ponerme los tacones más altos y empezar a mirar el mundo desde arriba con positivismo y con ganas, sin que me coma. He decidido pintarme los labios de rojo pasión de esos que por muchos besos que des nunca se acabe . Que si sigo aquí no es por ti, es por mí y los que algún día cuando tú me fallaste ellos estuvieron.


Hoy tengo las ganas que necesitaba
pero ya no por estar contigo, ya no contra ti.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Noches hasta altas horas de la madrugada pensándote sabiendo que nunca volverás pero con ganas de verte una vez más.

Nunca pensé en volverte a ver. Pero siempre soñé contigo en noches de desenfreno incluso en las mañanas de ibuprofeno. Que ya no sé como suena tu  sonrisa en la comisura de mi labio, que ya no sé que es lo que me falta, pero sé que siempre seré yo. Tal vez con mejores o peores días pero nunca cambiaré, nunca me cambiarás.
Que si sigues aquí, en mi cabeza, no es por ti es porque lo necesito. Necesidad de saber como suena el amor como sabe la dulzura de unos labios que te engañan mientras tú les quieres. Que ya no sé como es colgarse de un labio como un maldito mono sin ganas de soltarme. Tranquilo podría elegir a otro pero tú eres el más reciente; si te molesta pues mi sentido pésame.


 Aunque te busque en los mismos sitios
no encontraré el calor de tus labios.

Cada uno en el lugar en el que le corresponde.

Esperas un te echo de menos pero no, me echo de menos a mí. Te preguntarás por qué.
Desde que te fuiste fui demasiado fuerte, me convertí en un muro a la que tu ida no la dolía, que prometí sonreír sin miedo al fracaso, sin miedo a estar sin tus abrazos, sin tus besos. Fui fuerte a verte por la calle, mirarte y hacer como que fuéramos simples desconocidos que no han compartido labios, que no han estallado las tonterías en sonrisas en frente de la boca del otro. Desconocidos que se conforman con otros labios que les den más calor. Tengo  claro que vendrá otra persona que me haga mucho más feliz que tú y entonces tú me parecerás una simple prueba frente a él.
Supongo que las experiencias deberíamos mantenerlas al margen para no tener miedo al fracaso con otras personas que obviamente no son las mismas que las anteriores.
Yo no soy de esas. Yo...¿cómo definirlo? Quien verdaderamente me conoce sabe perfectamente como soy en cambio aquel que me conoce de una simple hora me definiría como la tía mas dura, borde y fría.
Sí, soy muy fría. Desde tu ida lo soy más. Es inexplicable como una persona me ha llenado tanto en tan poco tiempo y lo vacía que me ha dejado ahora. Por sentir...ya no siento nada. No pido sentir el amor, ni el odio, ni la tristeza supongo que son sentimientos que llegan, te inundan como cualquier tsunami. Pido sentir la humedad de las lágrimas que ya no atraviesan mis mejillas, la humedad de unas lágrimas que son necesarias en días con el cielo gris de Madrid.


Arquitecta de estas ruinas con andamios 
que reestructuran recuerdos.

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