Ignorante viviendo la realidad , tan confusa como la oposición entre ambas palabras.
Este corazón se ha hecho cada vez más pequeño; se ha llenado de demasiadas mentiras a medias, de esperanzas falsas y mejor que en él quepan pocas cosas y que sean verdades a que en él entre tus falacias.
Su media voz me hacía callar. Ahora me doy cuenta de que debí callar menos y reír más.
Me calmaba. Con ternura, con cariño; con sutileza. Ahora él no está, ya no está para calmarme. Nadie me calma, nadie me para. Tal vez si hay algo que me para; su recuerdo y mi tristeza al recordar lo feliz que era.
Prometí olvidarte y cuando creí conseguirlo
mis pilares estaban demasiado frágiles como para sustentar un adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario