Que si sigues aquí, en mi cabeza, no es por ti es porque lo necesito. Necesidad de saber como suena el amor como sabe la dulzura de unos labios que te engañan mientras tú les quieres. Que ya no sé como es colgarse de un labio como un maldito mono sin ganas de soltarme. Tranquilo podría elegir a otro pero tú eres el más reciente; si te molesta pues mi sentido pésame.
Aunque te busque en los mismos sitios
no encontraré el calor de tus labios.
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