Susurro en el oído.
jueves, 14 de noviembre de 2013
Búscame cuando sepamos que no nos haremos daño.
Podría parecer que nos estamos perdiendo sin ni siquiera habernos encontrado. Podríamos ser una casualidad del destino que ni siquiera nos quiere. Tal vez, en la vida que fuimos debimos de habernos querido un poco más. Pensamos que dejarnos nos vendría bien y solo hay que vernos ahora. Las horas que hemos dejado pasar y las horas que pasan duelen cada vez suena el segundo que produce el tic-tac de tu reloj. Será eso, querernos fue malo pero dejarnos de querer fue lo peor. Esto suena a despedida, esa que no lleva porque ni siquiera nosotros existimos.
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