Susurro en el oído.

martes, 12 de febrero de 2013

Querido nadie:
He perdido la noción del tiempo y ya no sé donde buscarte cada vez que te echo de menos. He buscado debajo de las piedras, de las casas, he viajado hasta lugares inexplorados para buscarte y no he encontrado nada, ni a ti ni algo que se pareciera. He preguntado por las calles donde siempre solías estar y me han contado que has desaparecido, que hace tiempo que no saben de ti o mejor dicho que tú ya no quieres saber nada de ellos. He intentado localizarte pero borré tú número de contacto cuando creí que ya nunca más necesitaría algo de ti y ahora te reclamo, en estas noches en vela, en estas líneas que nadie entiende y que todos las consideraran innecesarias, que incluso ni tú leerás. Y todavía te considero un cielo por llevarme todos los días a las nubes con caricias y sonrisas que ahora se marchitan en esta inmensa soledad. Mi evasión se resumía en ti, tú la mayor de las razones de mis sonrisas, tú mis mejores noches, tú y los buenos días que nunca se resumían a un desayuno con diamantes, tú mi mejor amante, tú como siempre, tú, tú, tú y, siempre tú. ¿Y yo? ¿Y nosotros? ¿Dónde nos quedamos? ¿Dónde nos perdimos? ¿Cuando dejamos de querernos? Tranquilo no te asustes, ni siquiera yo comprendo todo lo que digo, amor.



Por muy todo que seas no,
 eres nadie para decirme que no me enamore.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog