Susurro en el oído.

jueves, 9 de mayo de 2013

"Quién sabe lo que me depare el futuro" es lo primero que dijo después de esa ruptura. Prometió no creer en el amor, dijo que ya no era para ella, que ya no lo necesitaba. De lo que ella no se dio cuenta es de que hablaba con el rencor de una ruptura, con el dolor de esta.
Echamos las culpas al amor cuando tal vez los que  fallamos somos nosotros, es una teoría. Supongo que en el amor como en la guerra todo vale ¿no? Somos seres humanos y como tales no somos perfectos, ya que por defecto o virtud queremos. No intentes cambiarlo, no intentes cambiar, no intentes cambiar la naturaleza humana. Necesitamos cariño, a veces espontánea, duradera o tal vez pasajera, pero recuerda que a veces nos da por vivir de ello y mira que nos advierten que de ilusiones no se vive. Pero me pregunto, ¿acaso la ilusión de un niño se puede comprar? Dime, dímelo. Ya no me cruzo con gente con una sonrisa en la que guarde la ilusión de un niño pequeño, me pregunto por qué. Tal vez por qué estamos demasiados ocupados pensando en que nos depara el futuro, con preocupaciones; ya no nos da tiempo a disfrutar.


Recuerda que el tiempo no se pierde con personas a las que quisiste,
sino con preocupaciones que se pasan la vida quitándonos el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog