Hace tiempo que no escribo, que no cuento que mi paracaídas esta cosido a tus manos, que he dejado de ser yo misma para ser en ti siempre lo que quise ser, que he reencontrado viejos juguetes estropeados como esas relaciones donde ese vínculo que nos pertenecía se esfumo y viendo por la calles los humos grises como mi pecho, de fumar tantos pitis esperando nuestro reencuentro, mientras mis uñas solo quieren arañar el sofa, angustiadas por la incertidumbre que se recoge en mis adentros. Que dudo que vuelva a poder tocar tu espalda y pueda leer en Braille todo tus besos. Dudo que tu pecho acomode mi cara como solía pasar antes, era tan perfecto que parecía que todos los astros se pusieron de acuerdo para dejarme un rincón donde pudiera descansar tranquila. Tranquila como mis manos cruzando de norte a sur por tus pectorales, como mis oídos escuchando sinfonías que quién sabe si yo, loca, me invento o al ritmo de tu corazón lento acompañan esta melodía. Que dudo que mi columna se arquee con tu voz tenue y un mínimo gesto en la mirada que me haga percatarme de que estamos en la calle, en la Gran Vía. Y llueve a mares como los océanos infinitos de tus ojos que abarcan mi mirada y ya estoy doblemente mojada. Que dudo que los cristales con los que un día nos cortamos sufran la metamorfosis y florezca de ellos algo bueno, porque quien ama a la oruga no quiere a la mariposa. Da igual si el cambio es para mejor. Solo cuando amamos los defectos estamos realmente enamorados.Que como lo humanos que somos, tan frágiles que no se trata de romper huesos sino corazones vivaces. Que dudo que tu camiseta con olor a "olvídame después de esta noche, solo seré un triste recuerdo" y tu colonia que canta " te acabaré mordiendo todos tus labios verticales y horizontales hasta que llegue el alba" no pueden ser solo palabras. Me matan. Sí, necios tus labios lentos si utilizan un lienzo para realizar cagada tras cagada después de cada pincelada . Que dudo porque ante la desconfianza de un hombre que va dando bandazos en la calle mas próxima, izquierda o derecha, que mas da, el caso es girar rápido para no dejar mucha huella en las baldosas, en las sábanas, en el colchón, en las manos, en el corazón; que me acompañan día a día.
Pueden herirme de amor pero prefiero tu oreja derecha a la que susurrar bajito los poemas que algún día, que en un extraño pasado se hace presente, te dediqué. Que hoy solo quiero cogerte de la mano y decirte que las mentiras con sabor a champan siguen sabiendo a mentiras y las ganas teñidas de cortesía me las paso por la lencería ¿sabes lo que te digo no?
Permíteme y, no solo eso, dejame afirmar que no se si creer algo que salga de tus pulmones que no sea un gemido. Por eso la incógnita en todas mis tildes, versos y problemas como decir que esta vez si cambiará tu voz ronca pidiendo un abrazo cálido y no otro mas...como voy a esperar que esta red de mentiras que tejiste en mi nuca y soportan mis miedos va a cambiar como voy a esperar, y no sentir, y no morir, y no expresar, y no dudar que quizá amo eso tuyo que nunca será mío y por eso lo adoro, como la nubes que acarician el cielo; que tontas, no conocen el mínimo roce de mejilla de tu cara. Quizá quiero lamer todos tus "no" y esconderme en todas estas lagunas que tu dejas de ocupa en el cuarto inferior de mi pecho. Y quizás no haya nada mas eterno que eso ni mas poético que la vida entera de un sentimiento que siempre en duda vive constante con algún paro cardiaco que da emoción a este sueño de dioses que en titanes se convierten como no ... Ante. Quien ...ante ella ....la duda
KARLOTA LÓPEZ.
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