Mis ojos se iluminaban. Mi mente no daba crédito a todo lo que estaba sucediendo en este momento. Yo no respondí, pero de repente encuentro una laguna en mi cabeza y no recuerdo nada más. Solo me veo saliendo de la discoteca, si a eso se lo puede llamar así, y acompañada por él. Al girarme a mirar el otro lado de la cama para ver que todo eso era un maldito sueño, me topo con la realidad y veo que él está al otro lado de la cama, durmiendo tranquilamente. Me levanto de la cama, necesito ir al baño, darme una ducha, despejarme. Yo solo necesito saber que no lo hemos hecho pero su aspecto desnudo me dice lo contrario. Al salir de la ducha me dirijo al salón y me encuentro con él. Me sonríe y me dedica un "buenos días pequeña" que yo ni siquiera quiero escuchar, sigo teniendo malos despertares, parece que todavía no le ha quedado claro. La voz de mi cabeza lo único que me decía ,mientras me chillaba, era "¡PERO QUE ESTÁS HACIENDO! ERES TONTA, TONTA, TONTA.
Él estaba hablándome y la verdad yo no le escuchaba hasta que oí un "quiero intentarlo de nuevo" Me giré, le miré con unos ojos fríos y amargos que él se paralizo.Me acerqué para sentarme junto a él en el sofá donde se hallaba y comencé a decirle:
"Hoy me siento como una más, nada ha cambiado. ¿Quieres intentarlo? Yo no. Yo no quiero nada contigo. No sé lo que ha pasado esta noche, no lo recuerdo y tampoco me interesa pero si lo hemos hecho, que ojalá que no, esto no ha significado nada. Ha sido un desliz y punto. Sigue con Amaia, ¿qué pasa? ¿que ahora no te llena pero cuando estabas conmigo sí? Sé que estarás deseando que te llame cabrón y que me ponga como una histérica a gritarte y a insultarte, pero no, no me apetece, no me va a hacer sentirme mejor, no voy a dejar de sentirme utilizaba por eso. Por que es lo que has hecho, utilizarme. -él intentó hablar pero yo proseguí- Cállate y escucha que por una vez en la vida te hace falta y aunque no lo creas te vendrá bien. Eres un miserable. En la vida has querido a nadie y parece que se te va la vida en ello cuando no es así. Te odio de verdad. La línea que separa el amor y el odio es tan sumamente fina entre nosotros que ni siquiera la hemos rozado, nos la hemos saltado de golpe. No quiero saber nada de ti. Nunca más. No sé si decirte lo siento o aplaudirte porque ya no sé ni que es lo que quieres. Ahora coge tus cosas y márchate de esta casa. Aquí ya no queda sitio para ti.Él fue a la habitación recogió sus cosas y salió de casa. Yo le esperaba con la puerta abierta. Cuando salió no dejé que pronunciara palabra, le cerré la puerta de golpe y le di en los morros. Él quedó suspendido en la puerta, apoyado mientras se deslizaba por ella,al igual que las lágrimas caían por sus mejillas. Yo lo vi a través de la mirilla, vi como por una vez había hecho daño al amor de mi vida al que yo decía adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario