Tengo ganas enredadas en las manos de tanto pensarte,
de no saber cómo decirte que vengas a tumbarte en mi espalda.
He probado las prisas en amores de una noche,
he amado sin miedo a que me hicieras daño
y he tenido pesadillas de que pudieras quererme.
Nunca puse límites a todas nuestras ganas de tenernos
ni siquiera a veces tenía ganas de quererte
pero sí de odiarte.
Puedo criticarte mientras me amas
por desconfianza ajena
pero que no crea en ti no implica
que no crea en algo superior; el amor.
He fundado recuerdos a tu lado
que me hacen sentirme como un enamorado
sin ni siquiera estarlo.
Hemos sentido la necesidad de algo
que por impulso, nunca nos ha llenado.
Sobrevalorando palabras
sin tener en cuenta hechos
que dicen tanto.
Derraman lágrimas y
quién puede asegurarnos de que no sean de cocodrilo.
He sentido ganas de despertarme
en la misma cama contigo;
y que sea así por siempre.
He perdonado errores
por no considerar al ser humano perfecto.
Ahora puedo creerte
pero no te garantizo un 'para siempre'.
Nos pasamos la vida haciendo promesas
por miedo a no tener un futuro asegurado.
Dime qué es lo que sientes cuando prometes
y no lo cumples; cuando fallas a tu palabra.
He escrito versos que recuerdan nuestra historia,
que desahogan a este poeta
en líneas que por dentro queman.
Las estaciones pasan, los meses pasan;
pero el recuerdo siempre se queda.