Tú y yo y la mayoría de las veces siempre estaba tu cama.
Existías tú y, suena triste escucharlo,
pero me olvidé del mundo,
de lo que me rodeaba,
de lo que era imprescindible todos los días para mí.
Ahora tú no estás,
tu apoyo se esfuma,
y se queda lo que verdaderamente importaba.
Ahora que no estás,
que no te tengo,
que no te espero,
que no te observo,
que no te acaricio,
que no hay despertares contigo.
Ahora que todo es una creencia rota,
que todo acabó como debía acabar,
ahora que nunca existes
y ahora que sé que si volvieras
podría escuchar de tu boca lo que yo más quisiera,
serías tan vulnerable como un niño a sus cinco años,
pero no me creas,
lo poco sé a veces dudo de si todo es cierto.
Podrá interponerse entre nosotros el miedo
pero lo que nunca dejaremos de ser será valientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario