También hay una cocina, como en todas las casas. La nevera está vacía, nosotros siempre comíamos fuera ¿Recuerdas? De aquí para allá, donde encontrábamos. Por eso está casi nueva; de hecho creo que es lo único que ha sobrevivido a nuestra relación. Cuando veas la cocina, encontrarás aquel montón de post-it de colores pegados en el mueble donde guardo el atún. No lo tires. Embálalos y mándalos a un mundo donde la gente nunca termine lo que empieza. Son promesas que algún día cumpliríamos. Promesas que nunca cumplimos. Los cuartos de baño no son nada del otro mundo. En la ducha también hemos hecho el amor, como animales. Hay alfombrillas porque cuando se quiere con todo el amor resbala y duele. Puedes usarlas. No huelen a nada. Lo bueno del agua es que lo limpias todo, se lleva consigo cualquier cosa y te permite recrearte en la marcha de lo bueno de la vida por el desagüe. Por eso es tan grande, me gustan los cuartos de baños amplios, donde uno pueda llorar a gusto en el suelo y mirarse al espejo sin miedo a tropezar con algún mueble. Y, por último, que debería haber sido lo primero: el recibidor. El teléfono sin la luz encendida. Porque aún no me has llamado. Aún funciona, no me he atrevido a desconectarlo. Por si te equivocabas y marcabas mi número. Así que ya sabes, cógelo siempre y si preguntan por mí, aunque haya pasado una eternidad, dile que está a tiempo, que aún no le olvidé. El paragüero esta vacío, a ti siempre te gustó calarte de lluvia hasta los huesos y a mi no me importaba. Por último, la mirilla. No la utilices. Está medio rota. Falta un soplido para que acabe de caer. Ha visto demasiadas cosas. No la hagas partícipe de ninguna relación, no es tan fuerte como aparenta. No lo aguantaróa. Y bueno... Eso es todo. Yo no volveré por aquí. No puedo.
Ya hablaremos del dinero, ya me contarás que tal te va. Toma la llave. Es tuya. Cuídala, por favor. Y no invites a nadie de quien puedas enamorarte o no durarás mucho por aquí.
Haciendo sangrar una herida no mantienes vivo el recuerdo,
sino el dolor de la pérdida.
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