Susurro en el oído.

viernes, 26 de abril de 2013

Supongo que he vuelto a ser la misma estúpida y gilipollas de siempre que te recuerda un viernes y escribe para ti; ya no sé si para olvidarte mejor o para recordarte más.
Querido...Bueno aquel que lea estas líneas puede o no sentirse identificado pero quien verdaderamente debería leer esto no lo hará, osea que el empezar por 'Querido..' no servirá de nada.
¿Cómo han cambiado las cosas no? Te quería, te quise pero ya no te quiero. Pero calla calla, que yo venía a escribirte una carta o mejor dicho : "nuestra historia"
¿Cómo comenzó todo? Ah sí, ya me acuerdo. Menuda gilipollez ¿no? Me río cada vez que lo recuerdo. Que ingenua que fui aún teniendo advertencias. Todo se desmoronó en un momento. Un simple chico, normal y corriente que me había llenado de sonrisas, de ilusiones que yo tapaba con una coraza y que ni el sabía. De repente un día se va y se me cae el mundo. Absurdo ¿no? Sentí rabia, impotencia, miedo.. ¿Cómo había sido capaz un chico de llenarme tanto sin ni siquiera rozar mis labios, sin saber como era el calor de sus besos? Lo que sí que sabía es que no era perfecto pero que me hacía sonreír, que podía tener un mal día pero él lo arreglaba con un abrazo o un guiño de ojo. Sí, lo sé, sé que estás pensando que a parte de ser imbécil soy ingenua y gilipollas. 
Poco a poco, día tras día, me voy a acostumbrando a estar sin ti, a poder volver a mirarme al espejo, a ver mi sonrisa sin saber que estaba ahí, a rozar la piel de cualquier persona sin miedo a temblar, incluso volví a dar los abrazos que ya no daba. Sí me vaciaste y yo sola con las fuerzas que saqué de debajo de la tierra me volví a llenar.
Pero un día especial para mí, en el que me pregunté si me hablarías, coges y lo haces.
Tal vez era de esperar. Al principio fui dura y me mantuve en mi postura de "que me importaba una mierda lo que me dijeras" Pero de repente, no sé si de la noche al día, o del día a la noche, eso se cae, eso desaparece y yo me quedo desprotegida, sin coraza y con una sonrisa, a lo que me depare el destino; contigo o sin ti.
Pero...
El destino quiere que sea contigo. Que mi sonrisa te la dedique cada mañana, que sea a ti al que dedique mis 'buenos días pequeño', al que le de mi cuerda floja para que yo baile en ella, al que dedique mis mañanas, mis tardes, mis noches y mis madrugadas.
Fui feliz. Muchísimo. No te imaginas cuanto. Bueno, para que mentirme, si lo sabes y lo sabías. Era feliz, me salía una sonrisa de tonta cada vez que te veía que alucinabas y luego...me quedaba empanada mirándote pensando lo feliz que me hacías y lo mucho que echaba de menos esa sensación. ¿Yo? Yo no se lo contaba a nadie, yo me callaba todo esto para mí, la verdad es que mis sentimientos prefiero guardármelos  eso desde siempre o desde que alguien sin corazón o que a saber donde tenía el alma me hizo como soy; jugando a ser Dios, como no.
Empezamos a crear recuerdos, memorias por Madrid que ni ella se cree, y de repente me vuelvo a desmoronar; ya no estas. Que hablan de que Roma está en ruinas pero entonces no me conocían porque en mis ruinas hasta las piedras se quemaban. Pero le di la espalda al dolor porque prometí no sufrir más, salí adelante pero me volví a mentir.Yo no podía mirarme en un espejo si no era contigo, yo no podía recorrer Gran Vía sin ti, sin estar cogido de tu mano y menos si te encontraba, yo no era yo si tú no estabas, yo me desilusioné así de estar en todo llegué al nada, y dije basta, hasta aquí. Empecé a intentar ser feliz, a sonreír sin ti, a acostumbrarme a tu ausencia, a pasar por Gran Vía sin miedo a temblar, a no sentirme vacía. Y sigo en mi mentira. Sigo sin poder mirarme al espejo, sin poder ser la misma. Sigo sin sentir los abrazos, sigo sin darlos ni recibirlos, se me sigue desmoronando mi cabeza y mis recuerdos cada vez que te leo y cada vez que me hacen recordarte la voz me tiembla pero pronto cambio de tema.


 Lo que me sorprende es verte y no sentir nada, 
pero temblar pudiendo pensar que puedo verte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog