Susurro en el oído.

domingo, 21 de abril de 2013

Siempre me pareció que perderse por Madrid era cosa de dos.

Busqué unas manos que calentarán mis frías manos, unos brazos en los que resguardarme del frío de este invierno, unos labios en los que fundirme, en los que evadirme. 
Busqué unos ojos en los que reflejarme, unos ojos que me dijeran verdades y sacaran las mentiras de este corazón. Hoy tiene más mentiras que antes de que aparecieras.
Busqué el equilibrio que siempre me falta que me lleva a la locura. Buscaba esa cordura. Pero tú no eras la persona que me haría estar en mi juicio. Tú me llevabas a la locura entre las sábanas que ahora queman o entre las líneas que nunca te escribo.


No recuerdo lo que fui, lo que fuiste o tal vez lo que algún día conseguimos ser. Ya no recuerdo si lo nuestro fue un 'tú a lo tuyo y yo a lo mío' o si tal vez fue un 'nosotros a lo nuestro'. He perdido la noción del tiempo, es más he dejado de contar el tiempo que me queda, para verte, soñarte o sonreírte. Quién sabe si algún día volveré a hacerlo. Contigo volví a saber que era el amor, la ilusión...Esos sentimientos o sensaciones que son tan pasajeros y así pasaron por mi vida contigo. Y juré no volver a creerlos, pero ahora vuelves con una actitud incesante y tan dominante que sorprende, que me reta a desafiar mi palabra.

Madrid. Ya no sé quien tiene una actitud tan incesante y dominante si tú o está ciudad que me lleva a recordarte, a hacerte tan presente que me canses. Si es que a mí me consigues matar con un incesante recuerdo que no vuelve, tú querida ciudad debes estar muerta por dentro de tantos recuerdos que guardas.



Amor por Madrid y 
morir de amor con tantos recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog