Susurro en el oído.

domingo, 27 de enero de 2013

Rompí los 'te quiero', las fotos, tus buenas noches y tu mala costumbre de quererme tan poco. En cambio, tú rompiste los límites incluso desafiaste la ley de la gravedad. Rompiste un corazón. Rompiste los esquemas, las llaves que desataban candados eternos. Rompiste la vida que ahora se nos escapa de las manos.
¿Por qué? No lo sé. 
Supongo que la naturaleza humana es compleja pero esto es fácil de descubrir, solo tienes que darte cuenta de que castigamos con dolor, seamos reyes, reinas, princesas, príncipes, plebellos o de la alta o baja burguesía como si somos campesinos de la Edad Media.
Tú, que me castigaste con dolor, que me enseñaste a querer, a quererte, a querernos; que me enseñaste a encontrar el amor en cualquier cosa, conseguiste que aprendiera todo lo contrario.


Podré castigar con dolor pero conmigo seré verdadero.

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