Y tú, que tu boca pesa tanto por tantas mentiras, por tanto mentirme. Por las prisas, por tus manías, por tu cordura contrarrestando mi locura. Cambiándome poco a poco, hasta hacerme de hielo. Tú que recompusiste un corazón roto, tu mismo lo destruyes.
Tú y tu maldita manía de volver a mí una y otra vez con mentiras entre los labios porque tu boca unas veces me quiere y otras veces busca el desafío.
Yo y mi manía de hacerme mujer de hielo. Una vez más lo consigo.
Me fumo todas tus mentiras porque mi corazón
ya no es de cristal, ahora es de hielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario