Ya no me buscas, ya no me encuentras en libros, en fotos, detrás de una pared o en nuestro lugar de siempre. La Gran Vía no tiene el mismo color, la misma intensidad. Si tú no estás ya no la recorro con las mismas ganas; siempre era mejor si iba de tu mano.
Nada ni nadie me explica esta necesidad de ti,
esta vuelta al pasado sin querer
con demasiados recuerdos
y bastantes sentimientos que aturden al corazón
en este presente sin tu presencia.
Echo de menos el suave tacto de tus manos,
la dulzura de tus ojos al mirarme,
los mordiscos a medias de un besos.
Lo que echo de más
es esta amarga soledad.
Y te espero, y te pienso;
y siento miedo de mí.
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